🌟 Hay momentos en la vida en los cuales lo planificado no sale como quisiéramos… y de inmediato, casi de forma instintiva, nos empieza a embargar una cantidad de emociones que nos abruman: Tristeza, frustración, enojo… Empezamos a cuestionarnos todo lo que hicimos y el por qué las cosas no salieron como las imaginamos… Pero se nos olvida que no podemos controlar aquello que está fuera de nosotros, lo único que está a nuestro alcance, es la forma en como actuamos y reaccionamos a los distintos eventos que vivimos.

Empecemos a ver la vida como un viaje en el cual lo inesperado está a la orden del día… No significa que dejemos de planificar, sino el ser conscientes de esa premisa para que no nos afecte de forma negativa cuando las cosas no salen como las imaginamos.

El aferrarnos a lo planificado, sólo nos muestra lo inflexibles que podemos llegar a ser, y nos muestra esas creencias que debemos modificar para conectar con nuestra propia libertad, para liberarnos de la prisión que nos autoimponemos.

Hoy, la invitación es a conectar con esa grandiosa sensación que sentimos cuando aprendemos a danzar con la vida y nos dejamos guiar por ella… A confiar tanto en su pauta, que sólo nos encarguemos de mantenernos fiel y ser coherentes con nosotros.

¡¡¡Feliz y maravilloso día!!!🌄🤗🌻💖

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